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Soy Leraie y tengo ninguna y mil historias que contarte. :)

Leraie es un nombre masculino, pero no obstante me gusta, un personaje femenino de un libro que me encanta se llamaba Lera, pero no me convenció del todo... así que decidí usar Leraie


En fanfic.es se me conoce como "mardel" :)
Pfff la ultina entrada fue un error, la tenía en edicion y como estaba en el ipod , sin darme cuenta se publico U_U'

14 jun 2011

Capítulo 5, Raisa Krieger

Los Surnos

Bajamos del auto sin decir mucho. Eddie me ayudó a bajar, un gesto de caballerosidad por su parte, algo que me sorprendió. nunca pensé que sería un momento decisivo, hasta que los vi. Claro... no parecían de las cavernas, sólo parecían... una especie de náufragos? exploradores perdidos?

Vestían ropa normal, casual, quizá rota, gastada o sucia, pero no parecían del todo unos vagabundos. Había entre ése grupo de exploradores, adultos y jóvenes principalmente. Todos armados con armas que en un principio me parecieron improvisadas, pero luego descubrí que así las hacían y se entrenaban para usarlas en contra de los malvados. Uno de ellos, un adulto alto, y que no se molestaba en esconder los colmillos se abrió paso de entre los catorce hombres y muchachos (todos distintos) haciendo notar quien mandaba en el lugar. Sydney se paró en el franco libre de Dimitri, quien estaba justo enfrente mío y franqueado al otro lado por Rose, y Eddie justo detrás mío. El líder de los exploradores se presentó:

-Soy Jared, el líder de los vigilantes del Suroeste de Norteamérica, Surnos. (Southnos, en ingles)

-Soy Dimitri Belikov, tuve el honor de conocer otro de sus grupos de vigilantes, al este del país...

-Cada grupo es diferente, lo habías pensado, Belikov? No somos iguales a nuestros amigos los Sures (Southes en inglés)

-Si. -dijo tenso. El moroi, pese a ser lo que era, era obvio que no era un debilucho como tantos que uno podía encontrarse en la corte, pese a ser alto y delgado, tenía unos músculos acordes a su delgada complexión, pero le hacían ver diferente de tantos moroi que había visto durante años. Luego Jared, puso su mirada en mí.

-Supongo que tú eres la parienta de la joven Reina de los Impuros... el último alquimista que nos trajo provisiones nos habló de ti. -explicó

-S-Sí. -dije tratando de calmarme, aunque no mostraban posturas de ataque, me ponía nerviosa...

-Bien... Chica-lily, pueden dejarla un par de semanas, así aprenderá de verdad las antiguas tradiciones que su pueblo abandonó.

-les recuerdo que ella vivió con humanos durante diez años y que ha vivido con nosotros apenas cinco. y por su posición no le puedo permitir que esté aquí más de un mes, ¿entendido?

El moroi gruñó por lo bajo, se aclaro la garganta y dijo -es aún mayor razón para que aprenda la vieja cultura...

-y eso... no lo puedo permitir. Jared, limítate a enseñarle el estilo de vida que llevan. Ése era el acuerdo.

-bien.

Toda mi comitiva iba a irse, pero de repente Sydney se lo pensó mejor y dirigiéndose a Eddie dijo:

-Guardián, ¿podría quedarse a vigilar a la futura recluta? -qué fría era cuando se lo proponía.

Eddie no tuvo más opción que aceptar. Y, se plantó a mi lado, tenso y serio como siempre.

Al parecer... pensaban que nos conocíamos mejor, pero la verdad era que apenas y le conocía. En la Academia St. Vládimir, era de los guardianes más nombrados, por ser parte de la guardia de la reina, junto con Rose. Y debido a la mala especulación de los Surnos, nos asignaron en la misma habitación. Un espacio austero, en una cueva en el hogar del jefe Jared, condicionada con un par de colchones delgados, y debido a que llevábamos sleepings-bags, no necesitábamos las sábanas.

La primera noche (día para los humanos) me sentí incómoda. Sentía que no podría dormir con la presencia de un guardián tan renombrado, en especial siendo él lo mismo que una piedra; duro y frío. Dando vueltas en la cama, me di cuenta que él no habría hecho más que quedarse sentado, con la espalda recta y actitud "en guardia" suspiré.

-¿no vas a dormir?

- no puedo hacerlo, y, tu tampoco. -dijo secamente. Era guapo, y su seriedad no combinaba con su rostro.

-estás haciendo guardia -le reproché.

-es necesario. No los conozco tanto como Sydney, Rose o Dimitri.

-Tú debías protegerla, a Sydney, y acabas siendo niñera mía... -dije medio en broma. una ligera y fugaz sonrisa se esforzó por salir, pero él, en su seriedad la reprimió, apenas noté que por dentro le causaba gracia mis bromas.

-Es que no soy niñera... -no pudo reprimir una respuesta seria. Frustrada por su estable estado de ánimo dije.

-No me veo exactamente como una adulta.... -aventuré para jugar con sus reprimidos sentimientos.

-No me veo exactamente como niñera- Touché...

Estaba frustrada. ¿cómo era posible que fuera tan guapo y no tuviera ni una chispa de humor visible?. Enojada me di la vuelta y me callé, fingiendo un sueño que no sentía bostecé, me estiré y acompasé mi respiración.... mientras pensaba en todo, poco a poco sin darme cuenta me quedé dormida.

Cuandome desperté al crepúsculo, Eddie estaba dormido, aún con la espalda en la pared. Apenas unos segundos después de que mi ritmo al respirar cambió. Abrió los ojos al instante, aún alerta y su rostro se relajo al ver que todo seguía con normalidad... yo me estiré y sentí necesidad de una ducha... realmente no me iba bien vivir con los Surnos después de todo.

Para el desayuno, Melanie, esposa moroi de Jared, nos envió junto con su hijo mayor, Josh (como de veinte años) a la fogata principal, donde corría el alimento que consistía en, carne marinada y asada, frutos del bosque, y algo de aguamiel, junto con pedazos de hogaza de pan. Todo el mundo que acudía a la fogata, era recibido con su porción de desayuno. ¡Incluso nos habían tomado en cuenta! Era increíble la hospitalidad de esas personas… era totalmente lo opuesto al mundo moroi que conocía.

Las conversaciones eran animadas, y cuando se dirigían a nosotros con preguntas sobre los “impuros” y, a Eddie con preguntas sobre los “perdidos” (nombre designado para Strigois) era gracioso… a los del mundo que había conocido, como a mi prima, la reina, la princesa, el lord esposo de la reina, y nosotros, éramos llamados impuros, y a los strigois (vampiros malvados cuyos actos eran regidos por la oscuridad) les decían perdidos… irónico.

Durante ése día, la pasamos de un lado a otro, me enseñaron a hacer un arco, una rama no muy gruesa ni seca de algún árbol con madera resistente, tallarlo, lijarlo y encordarlo, Hacer flechas, y cómo apuntar correctamente. Claro que el primer día mis logros fueron pequeños, pero acompañando a la partida de caza durante la salida del sol, durante un par de semanas, mejoró visiblemente mis habilidades de cazadora.

También, aprendí un poco de su lucha salvaje. Había escuchado que los Perdidos, no se acercaban a los vigilantes en general porque les ofrecían una buena lucha, por lo que preferían atacar a los Impuros.

Después de mi primer intento de caza, en el cual sólo acerté a una pata del animal, para que Goderic, el hijo mayor de Jared, pudiera acertar limpiamente el lomo del convaleciente anima.

-Anímate, de no ser por ti no habríamos cazado otro ciervo. -sonreí de una manera forzada. ¿cómo siendo un moroi podía ser tan buen cazador? mi sonrisa fue rápida y entendió el mensaje poco empático que quise mostrarle. -hey, no deberías poner esa cara, es tu segundo día aquí y ya te das por vencida. mañana no iremos de caza, pero en un par de días volverás a intentarlo.

Cuando llegamos a la cueva, Eddie estaba apostado a la entrada, escudriñando el camino de tierra. Su rostro fue impasible en cuanto lo distinguí, ningún cambio en su semblante salió a flote. Goderic, disfrutó de contarle a la familia cómo mi presencia había dado suerte para la captura de una presa difícil. Me hizo sentir incómoda frente a Eddie, a él le invitaron antes que a mi, y dijo que no, pero no pudo cambiar su decisión para mantenernos juntos y eso le había hecho molestarse conmigo, por haber olvidado todas las lecciones básicas de estrategia para defenderse... "nunca os separéis" Eddie me reprochaba eso con la mirada. pero algo nos sacó de nuestra "conversacion silenciosa" La familia de Jared se preparaba para dormirse. Melanie, nos despidió con una frase típica "deben de estar cansados, vayan a su cuarto" y acto seguido, Eddie y yo, como niñatos nos metimos en la pieza de la cueva y él no tardó mucho en reprocharme.

- No serás una buena guardiana. -pese a estar controlado el tono de su voz, había algo en ella que no supe reconocer. -especialmente si no sigues las reglas básicas de la defensa, incluso en un lugar protegido por ellos, si los strigois atacaran, morirías en el mejor de los casos, porque en el peor, matarían a tu protegido.

- Ni si quiera sé si realmente quiero ser guardiana... no estoy convencida del todo, todo apunta a que es mi deber de sangre, pero yo no elegí ser hija de quien soy, yo era feliz siendo simplemente Raisa Krieger, no Raisa la hija de un inadvertido Dragomir.

Eddie ya no supo qué contestar a eso, era más que obvio que para él, ser guardián era la tarea más honrada que podíamos desempeñar los de nuestra raza pero, para mí no representaba eso, sino un simple deber, así como los deberes escolares, lo tomaba con poca seriedad.

De nuevo, Eddie se quedó en esa extraña duermevela... era difícil decir si dormía o estaba consciente, porque cada vez que me despertaba de algún mal sueño, él no tardaba en abrir los ojos en estado alerta y se relaja al ver que sólo me había despertado. Al día siguiente no estábamos tan bien descansados, yo por mis pesadillas y él por permanecer alerta. así que evitamos cualquier actividad extenuante, y durante todo el día tuvimos ratos a solas, incómoda por la manera en que Eddie me tratara después de notar la poca seriedad con la que me tomaba el asunto de ser guardiana. Pero no sólo eso, sino que algo me gustaba de él, y me sentía mal por haberlo decepcionado.

Pasaron cinco días rápidamente, y no había señal de Rose y los otros. A Eddie le preocupaba que los hubieran atacado en el camino o en la ciudad, porque habían decidido rastrear la ciudad en busca de los Perdidos...

Algo en los apodos de los moroi y dhampir que asistían a la corte que les habían puesto los Surnos, me parecía gracioso. "Impuros" nosotros no éramos impuros, sino que simplemente habíamos decidido avanzar y aprovecharnos de la raza humana, y a los strigois, los llamaban perdidos, cuando deberían ser llamados impuros por haber elegido el mal. Así es como yo veía las cosas, pero ojalá y no fueran más complicadas que eso...

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